Extracción de leche materna
En ocasiones es necesario que las madres se extraigan leche para dársela a su bebé si van a estar ausentes, por ejemplo, en la reincorporación al trabajo.
Es necesario sacarse la leche tanto para vaciar el pecho en las horas en las que no estamos juntó al bebé, como para no disminuir la extracción y que la producción de leche siga siendo la suficiente.
Es bastante normal no obtener mucha cantidad de leche las primeras extracciones. La cantidad de leche que obtenemos nunca es sinónimo de la cantidad que producimos. El bebé tiene más facilidad para sacar la leche que necesita del pecho; al fin y al cabo la lactancia es un mecanismo perfeccionado durante miles de años.Como cualquier técnica, practicando es como obtendremos mejores resultados.
Podemos utilizar la extracción manual o un sacaleche.
La extracción manual es una técnica que puede resultar muy efectiva. Antes de empezar debemos lavarnos bien las manos, y a continuación estimularemos el pezón masajeándolo suavemente. Colocaremos el dedo pulgar encima del pezón, y los dedos índice y corazón debajo, en forma de C. Seguidamente empujamos el pecho con la mano hacia atrás, hacia la pared torácica. Después, volvemos a llevar la mano hacia delante mientras apretamos los dedos con suavidad. Es necesario hacer esta serie de movimientos de forma rítmica para obtener leche.
Si decidimos utilizar un sacaleche, podemos optar por uno manual o eléctrico.
Los sacaleches funcionan creando un vacío y succionando la leche contenida en el pecho.
El uso de los manuales es más engorroso, incluso la succión puede ser dolorosa. Sin embargo, los sacaleches eléctricos actuales suelen ser bastante fáciles de usar y la succión normalmente no es molesta.
En cualquier caso, la extracción de leche no es tan productiva como una toma del bebé, por eso podemos utilizar trucos para optimizarla.
- Extraerse leche en las tomas nocturnas cuando los índices de prolactina están más altos puede ayudarnos a obtener más cantidad de leche.
- Extraernos de un pecho mientras el bebé mama del otro, para así aprovechar el reflejo de eyección.
- Mirar una foto de nuestro bebé, u oler su ropita puede ayudarnos a acelerar el proceso.
En cualquier caso, no es conveniente intentar sacarse leche durante un intervalo de 20 minutos a media hora; el pezón sufre y no vamos a conseguir más cantidad por estar más rato. Es mejor intentarlo más veces durante poco tiempo.
Conservación y manejo de la leche materna
Una vez que tenemos la leche extraída podemos conservarla fresca para consumir en el día o días posteriores o congelarla.
Si decidimos conservarla fresca, la Liga de la leche nos recomienda unas pautas para su consumo y conservación:
- Calostro:
A temperatura ambiente 27 - 32 grados, de 12 a 24 horas.
- Leche madura:
~A 15 ºC: 24 horas
~A 19 - 22 ºC: 10 horas
~A 25 ºC: de 4 a 8 horas
~Refrigerada entre 0 y 4 ºC (en nevera): de 5 a 8 días
Las recomendaciones de conservación de la Liga de la leche en el caso de leche congelada son las siguientes
~ En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas.
~ En un congelador que es parte de la nevera pero con puerta separada (tipo combi): 3 -4 meses. (La temperatura varía según lo frecuentemente que se abra la puerta)
~ En un congelador separado, tipo comercial con temperatura constante de -19 grados C : 6 meses o más.
La leche puede conservarse en recipientes de plástico de uso alimentario o en las bolsas específicas para conservación de leche materna.
La leche de varias extracciones puede mezclarse una vez que esté a la misma temperatura. Podemos meterla en la nevera en el envase en el que la extraemos y una vez fría la leche de varias extracciones pasamos el contenido de todos los envases pequeños a uno más grande.
Cuando le demos la leche a nuestro bebé es conveniente no calentar mucha cantidad; una vez que la leche entra en contacto con la saliva del niño, si decide no tomarla toda tendremos que desecharla.
Por esa razón, si vamos a congelarla, es recomendable separar la leche en pequeñas cantidades (50-60 ml). Si la tenemos fresca seguiremos la misma pauta, separar una pequeña porción para calentarla.
A veces, después de congelar la leche, sabe mal y los bebés no quieren tomarla; esto pasa porque la lipasa de la leche se degrada durante el proceso de congelación. Si queremos evitar esto, podemos escaldarla antes de congelarla.
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